El senador José Miguel Durana valoró que Chile se adjudicara este lunes 21 de junio, la Secretaría Pro Tempore del sitio patrimonio mundial Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino, conocido popularmente como el Camino del Inca, rol coordinador que había asumido anteriormente Perú, Argentina y Bolivia.

El Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino, se inscribió en Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco en junio de 2014, en la 38ª Reunión del Comité de Patrimonio Mundial. Desde entonces, es el único sitio transnacional seriado en Latinoamérica, que involucra a seis países: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.

Esto implicó un trabajo internacional colaborativo de más de 10 años para concretar los requerimientos establecidos para las nominaciones a la Lista de Patrimonio Mundial, por lo mismo fue calificado como un hito por el parlamentario quien afirmó que la coordinación recae en el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio hasta el año 2023.

En este mismo sentido, el legislador destacó el trabajo que realizó la dirección regional de Corfo, a través del Programa Territorial Integrado (PTI) “En la ruta de la Sierra del Qhapaq Ñan” que unió y potenció a emprendedoras y emprendedores de los pueblos de Putre, Socoroma, Belén y Ticnamar durante tres años.

“Fueron capaces de poner en valor el patrimonio del mundo andino, entregando la posibilidad del desarrollo sustentable del turismo en el circuito turístico Qhapaq Ñan, por lo mismo, considero necesario seguir por esta senda de desarrollar apoyo para Parinacota a través del Plan Alto Andino Rural, que ponga en valor al territorio y su gente”, dijo Durana.

Con esta Secretaría, Chile adquiere la responsabilidad de generar las coordinaciones, gestiones y respuestas al Comité de Patrimonio Mundial, tanto para los informes de estado de conservación como para los informes periódicos o cualquier otro requerimiento, integrando tanto las visiones técnicas como las diplomáticas.

El Qhapaq Ñan en Chile es un sistema vial planificado inserto en un paisaje único de extremas condiciones de aridez y altura. En la zona norte, los incas construyeron dos rutas longitudinales: una que conduce a la parte alta de la vertiente occidental andina, que une las altas mesetas y lagos de sal, y una segunda más baja, que va de la costa de Arica y que entran en el valle central para llegar a las cabeceras del río Loa.