Los food truck se han convertido en un real aporte al turismo en Arica y por lo mismo, siempre están presentes en los grandes eventos y actividades que se realizan, sin embargo, la Asociación Gremial de Foodtruck Tráiler de Arica y Parinacota está preocupada por el elevado costo que sus socios pagan por sus permisos municipales.
En reunión con el senador José Miguel Durana (UDI) la directiva le manifestó que la legislación actual los considera como “carritos sangucheros” y por lo mismo, cuando iniciaron su negocio, solicitaron permiso municipal y como no existe actividad comercial que los regule, les otorgaron un permiso precario porque no son catalogados como restaurantes en la ley.
Francisco Bravo, presidente del gremio, agregó que hoy pagan cinco veces más que una patente comercial de un local establecido y lo que están buscando es cancelar patentes semestrales, tal como sucede en otros municipios del país, considerando que han realizado una importante inversión en la adquisición de sus máquinas y con su tributación contribuyen a la economía regional.
Precisó que en su agrupación son alrededor de 200 propietarios de foodtruck y que mensualmente pagan $74.000 por sus permisos y que como no hay normativa en Chile que los regule como restaurantes móviles y puedan pagar patentes comerciales acordes, por lo mismo, solicitaron al senador se legisle sobre esta materia, al mismo tiempo de establecer una mesa de trabajo.
En este sentido, el parlamentario, comprometió próximamente una reunión con el Servicio de Impuestos Internos (SII) y la Municipalidad de Arica a objeto de buscar alternativas de solución para su demanda tomando en cuenta que como emprendedores aportan a la economía y también al turismo de la ciudad, por lo que requieren un espaldarazo.
Anita Pino, secretaria Asociación Foodstruck agradeció la instancia de diálogo reafirmando que necesitan contar con una regulación para obtener patentes comerciales porque son restaurantes sobre ruedas y sus cobros mensuales son altísimos en comparación a otros rubros que pagan de manera semestral una patente comercial efectuando actividades gastronómicas.