La Comisión de Economía del Senado aprobó esta mañana, en general, el proyecto de ley de “Portabilidad Financiera”, que busca, entre otros aspectos, facilitar, tanto a las personas, como a las micro y pequeñas empresas, cambiarse de un proveedor financiero a otro.
La iniciativa reducirá los tiempos y costos para cambiarse de un proveedor financiero a otro, generando mayor competencia en la industria financiera en nuestro país y permitiendo que las personas se puedan beneficiar más fácilmente de las bajas e históricas tasas de interés existentes hoy en día.
Según explicó el senador, José Miguel Durana, las personas naturales podrán trasladar su crédito de consumo o hipotecario a otra institución bancaria o financiera, ahorrándose los altos costos de renegociación y también los productos asociados, como seguros o cuentas corrientes.
El proceso de portabilidad financiera se iniciará mediante la presentación de una “solicitud de portabilidad” por teléfono, vía web o presencial, por parte del cliente a un potencial nuevo proveedor financiero. Hoy esta figura de “portarse” desde una institución a otra no existe en la industria financiera.
En la solicitud de portabilidad el cliente especificará los productos que desea que el nuevo proveedor financiero le ofrezca, y aquellos que ya tiene con su entidad financiera actual y desea cerrar al mismo tiempo de facultar a su nueva entidad financiera para que requiera el “certificado de liquidación”.
El Proyecto de Ley, a través de la generación de mayor competencia, beneficiará a todos los ciudadanos, micro y pequeñas empresas, que cuenten actualmente con algún producto o servicio financiero, además de impulsar la inclusión de aquellos segmentos que hoy no acceden al mercado financiero.
De esta manera, de acuerdo a las cifras de la Comisión para el Mercado Financiero, este proyecto beneficia al 97% de la población adulta del país, al 97,1% de las de las pequeñas empresas y al 93,9% de las microempresas, beneficiando a más de 3.8 millones de hogares que tienen cuentas vista, más de 4 millones de cuentas corrientes y 20 millones de tarjetas de crédito vigentes.